No es novedad para nadie de nuestra casa de estudios que para ocupar una sala de clases, debe un guardia ir a abrirla. Podemos inferir que esta medida es para el buen uso de los bienes de nuestra universidad y para poder resguardar de daños y/o robos los artefactos que allí se encuentran, tales como: proyectores, computadores, sillas, mesas, etc.
Tampoco es novedad que el uso de espacios debe pasar por una burocracia interna que limita muchas veces el desarrollo de actividades estudiantiles. Ante esto nos encontramos con una universidad que considera poseer sentido público, pero su espacio sigue siendo en sentido privado. Actualmente cada sala tiene un costo que es descontado de los presupuestos de los departamentos que existen dentro de la universidad, por tanto que un Centro de Estudiantes se reúna en una sala le cuesta a su departamento una cantidad de dinero.
No es comprensible que una forma de controlar los costos operacionales de la Alberto Hurtado sea limitando el uso de sus espacios y que su forma de solicitud no se adapte a la dinámica de los estudiantes. Esto se refleja en que no pueden solicitarse salas para el mismo día, dado que el sistema no lo permite, y que se sugiera pedirla con un mínimo de 48 horas, sin tomar en cuenta que el horario de funcionamiento de las dependencias a cargo de eso es de 8 horas diarias.
El problema de los espacios no sólo se limita a no poder ocupar las salas de clases: este año no poseemos un lugar donde realizar deporte, la falta de canchas es una demanda que debe ser resulta en lo inmediato. Siendo la cuarta universidad en recibir donaciones de privados durante el 2008, cuya cifra asciende a más de 2 mil 300 millones de pesos, cuyo fin supuestamente es usado en financiar la compra de nuevos inmuebles para nuestra casa de estudios, no puede ser que el costo de funcionamiento de los inmuebles sea cobrado poniéndole precio a las salas de clases.
Creemos firmemente que si queremos hablar de sentido público de la educación superior, esto no debe limitarse a educar profesionales que sirvan y aporten a la nación, si no, a democratizar los espacios universitarios. Esto significa avanzar en gobiernos triestamentales, elección de autoridades unipersonales, mejorar el acceso a las Ues, entre otros, y dentro de este último en democratizar y abrir el uso de los espacios de nuestra universidad a los estudiantes, académicos y funcionarios.
Por el derecho a ocupar sin trabas y costos los espacios de nuestra universidad y para contar con espacios para las actividades deportivas y extraacadémicas de los estudiantes de la UAH.
¡A democratizar los espacios de la Universidad Alberto Hurtado!
Juventudes Comunistas de Chile – Base UAH
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